Despertar  

Posted by Erina in ,

Este es un pequeño cuento que cree hace ya bastantes años, quise compartirlo con ustedes. Espero que les agrade mucho, ya han leido el título y no tiene mayor significado pero es lo que hay. Gracias :)








Desperté con una extraña sensación; eran cerca de las cuatro de la madrugada; tu suave respiración la pude sentir ya que dormías con tu rostro sobre mi pecho.
Cuidadosamente dejé tu cabeza sobre la almohada para poder levantarme. Caminé hacia la cocina donde sólo se podía ver la parpadeante luz del microondas; abrí el refrigerador con el fin de servirme un vaso de leche fría para despejar la mente.
Luego me dirigí hacia el balcón desde donde se podía ver la calle principal, con cientos de automóviles andando a toda velocidad; ya estoy acostumbrado a la sensación de vértigo que me produce este balcón, después de todo el departamento se encuentra en el piso decimoquinto. La noche se encontraba agitada, como era de costumbre; esas son las desventajas de vivir en New York.
Recordé tu alegre y cálido rostro al mirar el cielo sin estrellas por efecto de las miles de luces de la ciudad; aún no entiendo como puedes seguir amándome después de todo lo que he hecho; aunque seas tú una oficial de policía y yo un maldito asesino a sueldo; aunque sea yo el causante de tantas muertes y tú la opresora de los de mi clase.
Tomé otro sorbo de mi vaso de leche y me pregunté si sabrías que fui yo el culpable de la muerte de tus padres y tu hermano menor; en ese entonces no te conocía y necesitaba ganar dinero, eran tiempos difíciles. Dudo que lo supieras o no me habrías regalado esta noche maravillosa en mi fría y cruel vida.
Seguí mirando a los autos andar mientras vagaba por mis pensamientos caóticos; eso hacía, hasta que repentinamente sentí algo frío en mi espalda; fue tanta la sorpresa que incluso resbaló el vaso que sostenía en mi mano derecha y se escucho el estruendo al romperse en el piso. Giré mi cabeza y allí estabas tú, con tu suave rostro apoyado en mi espalda.

- Última noche juntos, cariño. – Escuché que pronunciaban tus labios, continuando con una frase que hizo que me diera cuenta de la real situación – Ahora podrás volver a ver a mis padres – me dijiste levantando tu rostro sonriente.

Fue entonces cuando pude ver el cuchillo atravesado en mi cuerpo; no lo podía creer, lo sabías todo y ahora pagaría por mis pecados.

- Yo… te amaba – te dije mientras caía al frío piso del balcón.
- Lástima – dijiste acercándote a mi – yo nunca llegué a quererte. La venganza es dulce.

Lo último que pude distinguir fueron imágenes vagas; tu sonrisa cálida, tu mano en mi rostro, un beso, oscuridad.

Lástima, realmente la amaba.

This entry was posted on lunes, 23 de agosto de 2010 at 18:41 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 Comentarios

cata! no conocía aún tu habilidad como escritora y me gustó arto mucho *-*. Sólo eso.

23 de agosto de 2010, 18:52

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